Tomás Ortega
Last updated
Last updated
El signo, el techo la diagonal, la extensión de la forma y la trama que se forma por debajo del habitáculo dan el carácter y el perfil de la obra. la vegetación es parte importante de la conjugación de la forma (la diagonal).
La trama del revestimiento de madera, el peso del color negro hace aparecer la forma sobre el volumen.
La ubicación de las unidades y las distintas variaciones en la diagonal.
la contraposición de las curvas y las rectas. Su longitud similar al peso de una “H”, pero denotando su carácter en las distancias y sus volúmenes.
Aparece en su volumen curvo y en su extensión recta perpendicular al suelo. y también en sus líneas paralelas.
El gesto del techo hace aparecer el carácter de la hospedería, a este le sigue sus perspectivas dibujadas que transforman el espacio.
El ritmo de los tamaños y la posición de los paneles curvos, acompañados de la extensión dan el carácter a la obra. tiene relación directa con el suelo que los sostiene.
Tomás Ortega
la geometría ortogonal de sus perfiles otorga un perfil superior similar a una ciudad, pero caracterizándose por sus niveles.
La modulación en la forma. El peso en la aparición y el dibujo de las ventanas. los niveles y líneas en la forma.
El gesto de la sombra y el orden (la regla) que implica, es elocuente a la forma de interpretar caras a través de trazos.
Cada alumno sube sus casos de estudio, grillas y abstracciones de cada obra.
Primeras pruebas del trazo que permite la pluma recortada, es el comienzo de un proceso de adaptación de la mano a la herramienta, y a la conjugación y conversación de los trazos.
El segundo esquema es la búsqueda de un peso y del equilibrio entre detalles y carácter.
En la segunda prueba el trazo es más firme, y el carácter se enfatiza en los 4 techos.
Insistencia en el gesto, la forma y la diagonal en pruebas en tamaño grande (esta fue la primera obra por lo que también pasó por un proceso primario del trazo). Cada esquema pasa por un proceso de búsqueda de un equilibrio del peso del color a través de la composición del trazo.
Primer esquema hecho directo en el croquis, es el primer acercamiento a la geometría de la obra.
Esquema previo a la versión final.
Se trabaja en los íconos para la exposición (35x35 cms)
La hospedería presenta una diagonales muy fuerte que caracteriza la lejanía de la obra. El habitáculo es sostenido por una serie de vigas y pilares que van generando una trama, y que al mismo tiempo es como una extensión de la misma obra. El techo se modera a través de cuatro módulos que dibujan de forma clara el perfil diagonal del habitáculo, y por si mismos dibujan un ritmo con una diagonal contraria a la del habitáculo. Por último existe la vegetación que recibe a la obra en el suelo, dibujando una curva que contrasta con la ortogonalidad de la obra.
El carácter de la obra radica principalmente en el gesto que dibuja el techo, tanto como en los módulos habitacionales como en el de la cocina (siendo este último el más característico). La conversación de esta obra con su contexto es importante, ya que esta obra viene a hablar de un gesto que ya existe y que se enfatiza en la construcción.
Las líneas curvas de la obra son un carácter muy potente, ya que el frontis del habitáculo presenta placas curvadas. El carácter de la obra existe en el contraste de las lineas curvas del frontis con la extensión de la obra y sus líneas rectas horizontales, acompañado de los pilares que la sostienen.
La obra es compuesta por unidades curvos (muros de ladrillo), los cuales evocan una forma característica. Los elementos puestos de cierta manera generan un ritmo dado por distancias y perspectivas. El carácter se da en el contraste de las curvas superiores con una extensión lineal (recta) de la obra.
La obra aparece en su extensión, el largo de de la obra le da por sí mismo una carácter espacial, esta va acompañada por una regularidad en su forma que le da una trazo muy ortogonal, con líneas que insisten en construir un paralelepidedo o un puente.
La obra dibuja unos trazos lumínicos muy fuertes al llevar diagonales acompañados de la perspectiva, que otorga sombras que se asoman y contrastan con elementos iluminados. El carácter yace en las diagonales que terminan en un cuadrado sombreado, lo que da un peso a la composición y un cierto movimiento.
Luego de exponer se reciben correcciones del encargo y se trabaja en una nueva versión de los íconos, dependiendo de la corrección personal de cada uno.
La curva, las unidades discretas como muros, la materialidad como ladrillo y la sombra curva en alto contraste dan un carácter particular a la obra.
Aparece en sus sombras rígidas, en su cualidad extensa y en su profundidad.
Primer esquema hecho en el mismo croquis, es el primer acercamiento a una geometría y un orden de trazos.
Primera prueba en un formato grande, el carácter se pierde y el trazo es débil.
Insistencia en la forma de las puntas de las arpas, y esquemas de la obra.
Primer esquemas hechos en cuaderno, una aproximación al carácter de la obra.
Segundo esquema, en tamaño grande.
Prueba anterior al original, donde se enfatizan los techos de cada habitáculo de la obra, contraponiendo las curvas del espacio (el contexto) que acompaña a la obra en su gesto.
Dos esquemas que sigue una línea de abstracción, quitando elementos, y enfatizando la curva del revestimiento, también se juega con la modulación del trazo.
Segundo esquema antes del original.
Esquema en tamaño grande.
Esquemas con distintos desarrollos de ideas.
Evolución del diseño, a través del concepto de la extensión y la ortogonalidad de la sombra.
La obra aparece en el conjunto de sus unidades, las puntas de las arpas dan el ritmo de la trama junto con la variación de los tubos, que en su conjugación generan la modulación que da un carácter a la obra. La obra está guiada por una diagonal muy potente, la cual le entrega su mayor carácter tanto en la lejanía como a su lado.
El carácter de la obra está en dos verticales que se extienden paralelas sobre una duna, estas van unidas por una horizontal . La obra linealmente vista es similar a una “H”, en lo que difiere es su claro volumen compuesto entre cilindros y recortes circulares, deja una luminosidad tridimensional que entrega un fuerte carácter.
La obra aparece en la lejanía como un conjunto de unidades ortogonales, que se van entretejiendo en distintos niveles, lo que logra perfilar un dibujo muy parecido al de una ciudad. El carácter aparece en los niveles en los que se van organizando los objetos ortogonales, y en la regularidad de estas formas.
La obra tiene un carácter muy ortogonal, y desde este va construyendo y transformando el espacio, dibujando su propia perspectiva, por medio de las líneas que trazan los muros y ventanas, El techo también acompaña esta forma pasando a un segundo lugar siendo solo un acompañante de la estructuración de las vistas del frontis de la obra. Un punto muy fuerte de la obra son las diagonales que muestran muros y ventanas.
en el rediseño de este icono insiste en la diagonal que construye el habitáculo y el ritmo que generan los techos, dando mayor énfasis a este elemento ya que presenta un mayor carácter, y a la diagonal la use como un elemento tanto como constructivo de la composición como presentativo de un peso (en cuanto a color) de la obra.
En esta versión corregí los problemas de composición de los elementos e insistí con mayor fuerza en las diagonales y la modulación de sombras de la obra, que es compuesta por la intercalación de tubos y pilares. esta vez obvie la presencia de las puntas de las harpas y enfoque el dibujo en dejar la trama diagonal bien definida.
En el caso de este icono mantuve los pilares verticales muy similares a la versión anterior, lo que cambió fue la manera de abordar la horizontal dado que que quise enfatizar la parte característica superior de la escultura más que el carácter curvo de la horizontal, así decidí transformar esa horizontal en un elemento que viene a contrapesar estos dos pilares o trazos verticales.
Este iconos sufrió una simplificación muy grande ya que decidí por hacer un “zoom” a la obra centrándome solo en el habitáculo de la cocina y la interacción de la curva del techo y la rectas del espacio habitable. este cambio sucedió por la necesidad de buscar una forma de disminuir la cantidad de detalles dentro del dibujo.
En este icono quise seguir insistiendo en las curvas del revestimiento de la casa, y siguiendo la nueva grilla adapte el icono al trazo, y le quite la relación que existí!a entre la obra y la superficie, ya que no se lograba notar bien y solo venia a hacer ruido a la composición.
Este icono fue cambiado en la manera en la que se mira la obra, termine decidiendo por dejar solo la unidad discreta (El muro con tres o cuatro curvas) puesto contra el trazo que dibujado en el piso que sirvió para contrastar el color del icono.
La composición fue variando un poco insistiendo en los contornos de las formas ortogonales regulares, y en la presencia de distintos niveles que se ven reflejados en el dibujo por trazos paralelos horizontales que son interrumpidos por la base de estos objetos.
Este icono sufrió grandes cambios, sobretodo por el tipo de composición y la manera en la que se aborda la observación, ya que en esta versión me enfoco en una de las ventanas de la obra y no en su totalidad, la diagonal como carácter fue enfatizada siguiendo un orden más claro, y un ritmo claro y reconocible.
![Tomás Ortega]img/ca/iconos 2/(megtr.jpg) En esta obra deje de lado (parcialmente) la perspectiva como tal, para poder desprenderme de la previsualización del objeto y poder tener un mismo ritmo con el total de la familia icónica. Para poder componer esta obra tomé como base la horizontalidad y las rectas como pilares que aparecían luminicamente como objetos más claros, de esta forma se fue construyendo una dibujo regular que toma sentido en su contexto.
En este icono el desafío fue la adaptación a la nueva grilla y la reutilización del “nuevo trazo”, que dio como resultado como una forma más simple de dibujo del pozo en un plano que vive entre la perspectiva y lo plano.